La distinguida periodista Kati Marton describe la enérgica vida de Angela Merkel, la canciller que lideró y transformó a Alemania con humildad y discreción.
La canciller del mundo
Angela Merkel es una de las líderes políticas más trascendentes de la historia moderna. A pesar de su exposición, siempre supo separar su carrera política de su vida privada. Kati Marton hace un gran trabajo en mostrar esas dos grandes facetas de su vida y las reúne en un mismo libro para comprender las razones por las cuales la canciller alemana luchó por la unificación europea y cambió la imagen de una nación con un pasado teñido de racismo y totalitarismo.
Por encima de la política, se transformó en un símbolo y reflejo de su país. KATI MARTON
La humildad, la solidaridad y la discreción caracterizan a Merkel. Esos valores los sostuvo durante toda su carrera y gracias a ellos logró la admiración y el respeto de los alemanes y el mundo.
La ciencia: su búnker privado
La creadora de esta biografía explica lo importante que fue el entorno donde Merkel creció desde niña. Vivió junto a sus padres en Templin, una ciudad dominada por el régimen totalitario soviético de una Alemania dividida tras la Segunda Guerra Mundial. Cuando tenía siete años encontró en la literatura la forma de trascender el muro prohibitivo de su país. Marton describe su particular interés en la cultura soviética y su admiración por la convicción y tenacidad de Marie Curie. Al terminar la escuela consiguió viajar a Leipzig para iniciar su carrera universitaria en la física. Merkel supo mantener el bajo perfil y aprovechar la ciencia para alimentar su curiosidad y su pensamiento independiente. Ese fue su verdadero refugio del dogma marxista-leninista y sus persecuciones a quienes pensaban diferente.
Cae el muro y nace una líder
Tras graduarse como física, Merkel se muda a Berlín, donde se vio afectada por las atrocidades que había cometido el nazismo. La caída del muro en noviembre de 1989 fue el evento que la transformó y la llevó, a sus 35 años, a dejar su profesión para iniciarse en la política. Para ello buscó un partido de derecha y abierto a nuevas ideas. En tan solo dos años logró ganarse la confianza de Helmut Kohl, el canciller de Alemania de aquel entonces, que no solo le ofreció un puesto en su gabinete, sino que terminó siendo su mentor durante ocho años.
Merkel, dotada de una visión metódica gracias a su formación universitaria, formó parte del plan de Kohl de una Alemania unificada que terminó de consolidarse con la creación de la Unión Europea en 1993 y los lazos construidos con Estados Unidos.
Aliados y enemigos
En noviembre de 2005 Merkel se convierte en canciller. Fue la primera mujer en la historia de Alemania en ocupar ese cargo y, para la gente, la imagen del cambio tras la Guerra Fría. La autora destaca su capacidad de resistencia física y mental. Bajo ese rol se esforzó en construir relaciones con otros líderes políticos como George W. Bush, Barack Obama, Emmanuel Macron, Donald Trump y Vladímir Putin. Y si bien con algunos de ellos compartió los mismos valores e ideología, con otros existieron claros antagonismos. Tanto Putin como Trump la atacaron más de una vez, pero nunca lograron intimidarla.
Como contemporáneos y con solo dos años de diferencia de edad, Putin y Merkel emergieron de entornos similares con una visión del mundo radicalmente diferente.KATI MARTON
La escritora también describe la relación que la canciller alemana construyó con Emmanuel Macron en la búsqueda de una Europa unida y fuerte. Juntos consiguieron una mayor independencia de la Unión Europea para afrontar las crisis económicas.
Frente a la crisis, tranquilidad
Merkel defendió al euro como moneda durante la crisis financiera de 2008 en la que, solo en Europa, cinco millones de personas perdieron sus empleos. Fue una crisis que dejó en evidencia a una Alemania hegemónica con una economía estable con respecto a otras naciones de la comunidad. A partir de los cuestionamientos que se le hicieron por semejante situación de poder, se formó la Alternativa para Alemania: un partido de ultraderecha al cual la canciller siempre le dio la espalda.
Conservadora por naturaleza, la austeridad era su respuesta a la mayoría de los problemas financieros.KATI MARTON
La crisis del COVID-19 la lideró con su calma habitual, comunicándose con su pueblo de manera clara y transparente. La confianza que tenían en ella posibilitó en parte que los hospitales alemanes no colapsen, a diferencia de otros países europeos. La autora agrega que gracias a su habilidad para crear consenso, consiguió un acuerdo entre la Unión Europea de 859 billones de euros para rescatar de la crisis a los países más afectados.
Todos parte del mismo mundo
Marton detalla una de las decisiones más importantes y costosas que tuvo que tomar Merkel como canciller cuando, en 2015 y a partir de las guerras en Oriente Medio, miles de refugiados escapaban de sus países. Con convicción, y a pesar de no haber conseguido apoyo de ninguna de las 26 naciones de la Unión Europea, decidió permitir el ingreso de un millón de refugiados a Alemania. Muchos alemanes creían que abrir la frontera de esa forma alteraría el orden y la unidad que tanto habían costado conseguir. La Alternativa para Alemania y otros grupos protestantes se expresaron en contra de esta política. Fue el momento de división social más crítico desde la caída del muro.
Una grieta difícil de tapar
En 2017 Merkel obtuvo su cuarto mandato consecutivo aunque su partido político se había debilitado. Marton describe los mensajes de odio que le enviaban sus opositores y las violentas manifestaciones sucedidas en Chemnitz en 2018, atribuidas a grupos fascistas.
Privilegiada por su inteligencia excepcional y habiendo tenido su camino allanado por mentores que la influenciaron, Merkel subestimó lo difícil que ha sido todo desde la unificación para muchos alemanes del este.KATI MARTON
La autora cuestiona la impasibilidad de la líder política ante las quejas de los alemanes del este por el desempleo y la calidad de vida afectada por la política de refugiados. La unificación llevaba casi 30 años, pero parecía no haberse resuelto del todo.
Los valores ante todo
Angela Merkel fue la canciller de Alemania durante 16 años, período durante el cual lideró con esfuerzo y memoria del pasado, y reconstruyó la imagen moral de Alemania. Valores como la humildad y la discreción le permitieron sostener una nación en un mundo donde muchas veces la democracia y el respeto parecen pender de un hilo.
Uno de los mecanismos esenciales de supervivencia de la canciller ha sido su habilidad particular para desprenderse de las emociones y despersonalizar la política, dejando de lado su ego.KATI MARTON
Kati Marton escribe un libro revelador y abundante en detalles de una persona que jamás estuvo involucrada en ningún escándalo. Descubrir cada una de sus facetas, entre ellas su sentido del humor y sus emociones tan pocas veces vistas en público, resulta muy enriquecedor. La autora aborda su vida política con admiración. No es para menos teniendo en cuenta que construyó un manifiesto feminista con sus propios actos, sin necesidad de enunciados, y demostró que se puede gobernar sin llamar a la violencia ni discriminar. Más allá de ideologías políticas, Merkel es ejemplo de unión y de respeto entre los seres humanos. Para muchos valdrá la pena conocerla a través de este libro.