Robin Sharma —autor del bestseller El monje que vendió su Ferrari— explora tanto los valores como las acciones personales y empresariales indispensables para navegar el caótico mundo actual de los negocios.
Líder entre líderes
Robin Sharma, fundador de Sharma Leadership International, ofrece un relato ficcional sobre el camino de descubrimiento del líder interior de Blake Davis, un veterano de guerra que trabaja en una librería de Nueva York. Blake es llevado por su mentor con cuatro maestros por una serie de enseñanzas para el aprendizaje de los principios, las herramientas y las tácticas del sistema de liderazgo de Sharma. Una de las ideas centrales que recorren su relato es que todas las personas que componen una empresa deben ejercer el liderazgo desde su posición, pero que el liderazgo no puede depender de su cargo sino de la búsqueda de su propia felicidad y del éxito empresarial.
Ser un líder o una víctima
Sharma plantea un cielo y un infierno terrenales. Por un lado, el cielo consiste en llegar al final de la vida siendo victorioso, feliz, realizado, haber tenido una vida ética, excelente y optimista, enfrentando nuestros miedos, realizando de manera innovadora nuestras ambiciones y disfrutando de nuestros logros. Este es el cielo terrenal de los líderes, los cuales también han llegado al final de su vida habiendo inspirado a otras personas a hacer lo mismo, colaborando y disfrutando con ellas, siendo un modelo a seguir incluso después de la muerte. Por otro lado, el infierno consiste en llegar al final de la vida llenos de arrepentimientos y miedos, hundidos en la mediocridad y lamentándonos de no habernos arriesgado para alcanzar nuestras metas. Este es el infierno terrenal de las víctimas, quienes al final de su vida nunca inspiraron ni ayudaron a nadie con su ejemplo, fracasando a cada paso y desperdiciando su propia vida. Para Sharma, el lider llega al final de su vida sin arrepentimientos, la víctima llega completamente derrotada.
La imagen del Líder Sin Cargo
De acuerdo con Sharma, todos los seres humanos tenemos un poder natural de liderazgo que podemos activar, como si se tratara de un interruptor. El éxito personal y en los negocios está intimamente ligado con el reconocimiento y la aplicación consciente de este poder. Sin embargo, afirma Sharma, para ser un líder y tener éxito no es absolutamente necesario tener un cargo dentro de una empresa: podemos ir diariamente al trabajo y dar lo mejor de nosotros, inspirar constantemente a nuestros colaboradores con las acciones que realizamos, ya sea simplemente tratándolos con respeto o creando cambios positivos frente a las condiciones negativas que se presenten. El cargo es irrelevante en el sentido de que podemos realizar estas acciones sabiendo que al llevarlas a cabo estamos haciéndonos bien a nosotros mismos y a las personas con las que compartimos metas.
El éxito, tanto en los negocios como en la vida personal, es algo que se crea conscientemente.Robin Sharma
Y así, Sharma nos presenta un conjunto de valores centrales del Líder Sin Cargo: ser innovador, realizar el trabajo valientemente y con maestría, así como ser auténtico y ético consigo mismo y con los demás.
Una chispa en la oscuridad
Sharma propone que es indispensable enfrentarse a la adversidad para poder convertirse en un verdadero líder, que son los tiempos turbulentos los que permiten que nuestro líder interior ilumine nuestro camino y el de los demás. Esto implica darle la bienvenida al peligro y al miedo que este nos produce; y ser valientes frente al riesgo, ya que no hay mejor manera de crecer personalmente y en los negocios que superar activamente los desafíos que la vida nos pone enfrente.
En este sentido, Sharma nos explica que un Líder Sin Cargo sabe que la adversidad crea oportunidad, pero que el modo en el que abordemos los peligros será crucial para el éxito. Tenemos que ser sinceros con nosotros mismos y con los demás, saber la manera precisa de comunicar cuando algo ya no funciona, y actuar sin reaccionar. Tenemos que saber solucionar los problemas elegantemente bajo presión priorizando en qué gastar nuestra energía. Al mismo tiempo es indispensable saber inspirar a los demás, reconociendo lo que sí funciona y alabando el buen trabajo de nuestros colaboradores. De esta manera podremos ser una luz en el camino hacia el éxito personal y colectivo.
Servir para el vínculo
Sharma propone que un Líder Sin Cargo sabe que la fuerza y calidad de los lazos entre los colaboradores entre sí es esencial para el éxito personal y en los negocios. Todas las personas en una empresa son importantes, y en la medida en que las relaciones entre las personas hacia adentro y hacia afuera de la empresa sean buenas la empresa tendrá éxito.
Ayuda a los demás a alcanzar sus objetivos y los demás te ayudarán a alcanzar cada uno de los tuyos. Ayuda a que las personas que hacen negocios contigo logren un éxito enorme, y ellos lo pondrán todo para que tú alcances un éxito enorme. Robin Sharma
Para fomentar estos lazos profundos, el verdadero líder tiene que entender y aplicar el valor de la reciprocidad: saber relacionarse supone estimar y cuidar constantemente nuestros vínculos en cada momento, conectando con las personas en los espacios concretos de trabajo. Pero también requiere de aprender a divertirse trabajando, así como saber escuchar a nuestros colaboradores en todo momento para que se sientan importantes en el trabajo que hacen.
El brillo del líder interior
Finalmente, Sharma explica que para ser un Líder Sin Cargo es necesario en trabajo personal constante, ser una persona extraordinaria. El crecimiento y la dirección personal tiene como consecuencia natural el crecimiento y la dirección de otras personas, así que una de las maneras de alcanzar la grandeza exterior es cultivar la grandeza interior.
El verdadero liderazgo implica romper los límites de tu mente para poder acceder a las más altas cumbres de tu espíritu.Robin Sharma
Sharma propone que para cultivar nuestro líder interior debemos aprender a dirigir nuestra manera de percibir el mundo, ser cada vez más autoconscientes de la manera en que nuestros pensamientos y nuestras acciones se encuentran conectados. Lo que pensamos ejerce influencia directa en los resultados que obtenemos, así que depurar nuestro pensamiento puede llevarnos a obtener lo que buscamos o a fallar. Por lo mismo, cultivar nuestro líder interior implica también pasar más tiempo reflexionando sobre aquellos pensamientos que no nos sirven para tomar buenas decisiones. Pero no todo es una cuestión mental, también es fundamental elevar nuestro estilo de vida cuidando nuestro cuerpo, haciendo ejercicio y alimentándonos adecuadamente, buscando inspiración y experiencias significativas con las personas que amamos.
Ligereza y profundidad
Sharma puede parecer repetitivo en ocasiones, y la insistencia en los acrónimos —como él mismo admite— es una costumbre un poco rara, pero es indiscutible que su propuesta condensa un conjunto de saberes personales e interpersonales que son esenciales para el desarrollo integral de las personas y las empresas. Sharma nos ofrece un relato divertido y ligero de descubrimiento personal, al mismo tiempo que estructura un profundo, complejo y útil sistema de liderazgo adaptado para los retos actuales del mundo de los negocios.
Otras obras reveladoras sobre liderazgo incluyen a Liderazgo justo de Veronika Hucke, El don de la lucha de Bobby Herrera, así como Acciones estratégicas de Edward Morrison et.al.